Pon el nivel de agua perfecto, ni de más, ni de menos
Para asegurarnos de tener un nivel perfecto de agua, este tiene que cubrir unos dos dedos el tubo de inmersión de la Cachimba. Si pones agua de más, en lugar de fumar, pegarás un buen trago, y no es muy agradable que digamos jajajaja. Por otro lado si te quedas corto de agua, la fumada no será optima ya que no habrá suficiente filtro, esto afectará directamente a la tirada del humo.
Para potenciar el frescor, los sabores mentolados y la densidad del humo, pon el agua de la base muy muy fría (si pones hielo variará el nivel de agua y por lo tanto la fumada) y si tienes boquilla metálica prueba a enfríala antes en el congelador.
Ojo con la cantidad de tabaco, más cantidad no es siempre mejor para tu cachimba
Al colocar el tabaco en la cazoleta, lo ideal es que quede suelto, si está demasiado prensado impedirá que el humo salga y solo se prenderá la zona superior del mismo. De esta forma provocamos que se desprenda sabor a quemado durante la fumada. Siempre se debe llenar la cazoleta con el tabaco bien desmenuzado y solo llegando hasta 3 milímetros de la parte superior.
Coloca estratégicamente los carbones
El carbón se pondrá desde fuera hacia dentro, dejando que poco a poco se caliente el interior de la cazoleta. Así evitaremos quemaduras innecesarias del tabaco y aumentaremos nuestra fumada.
Cuidado con generar demasiado calor, ya que una excesiva combustión del tabaco generaría ceniza que pasaría directamente a nuestra garganta, estamos fumando una cachimba, no estamos haciendo una barbacoa jajajj.
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